La coyuntura que atraviesa hoy el sector educativo del país, hace surgir
diferentes opiniones no solo frente a los recursos destinados a la educación
pública, sino a las falencias que tiene la educación en general.
Existen quienes aseguran que
el problema de la educación en el país radica en que una vez graduados los
profesionales, no hay empresas suficientes para emplearlos, mientras que otros
afirman que el problema de desempleo entre los recién egresados, se
solucionaría si se fomentara el ingreso a las carreras técnicas y tecnológicas
entre los bachilleres.
En este sentido, otros
sectores sostienen que en Colombia no existe un balance entre lo que la
industria está necesitando versus lo que el sistema educativo está ofreciendo,
a diferencia de lo que ocurre en otros países donde los estudiantes seleccionan
su carrera universitaria, según la demanda del mercado, debido a que los
empresarios trabajan articuladamente con las instituciones educativas.
“En este momento, la
educación en Colombia no está ofreciendo la comunicación que debería tener con
las empresas públicas y privadas que sí poseen los países desarrollados donde
el estudiante estudia programas de acuerdo con la demanda de la industria”,
afirma Sebastián Barrientos, director ejecutivo de Grasshopper International.
De acuerdo a Barrientos,
esta falencia se suma al alto costo de la educación en Colombia y al largo
tiempo que duran los programas de pregrado. “Debido a que un programa
profesional en el extranjero dura tres o cuatro años y acá en Colombia cinco,
al cursar una carrera en el exterior yo puedo terminar pagando el mismo monto
que pago estudiando diez semestres sin salir del país, con el valor agregado de
que el programa que curso está entre los 50 mejores a nivel internacional”,
sostiene.