La salud bucal es un elemento
esencial de la salud general y del bienestar del ser humano, que impacta
significativamente en la calidad de vida, de acuerdo con La Organización
Mundial de la Salud (OMS). Pero una sonrisa saludable tiene su origen en la
infancia: Los hábitos correctos de cuidado oral deben ser inculcados desde el
momento en que aparece el primer diente en la boca, alrededor de los seis meses
de edad, con un cepillo del tamaño adecuado, seda y crema dental, siempre bajo
la supervisión de un adulto.
Sin embargo, ese momento de
la higiene oral puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza tanto para
los padres como para los niños. De acuerdo con Nicolás Gómez, odontopediatra de
ON-Odontoniños y colaborador de GUM Sunstar Colombia, “mediante nuestros
análisis hemos encontrado que a los niños se les dificulta apropiarse de las
buenas prácticas orales porque lo ven como una obligación y una rutina.”
Por lo general esto sucede
porque son los propios padres los que no dan buen ejemplo, olvidando que los
niños aprenden mucho más por medio de la imitación que por la imposición.