Hace cinco años en una vieja
casa de la zona de Quinta Camacho, Valentina Builes hizo realidad el sueño de
su vida: abrir su propio restaurante.
Habiéndose críado entre los fogones del restaurante de su
mamá, el reconocido ‘Entrepués’ – ubicado en la salida norte de Bogotá –, para
Valentina lo más natural era seguir su trayectoria entre fogones y a pesar de
haberse formado en principio como abogada, no pudo escapar al llamado de la
vocación y terminó por estudiar cocina en Estados Unidos.
Pero su visión siempre fue clara: ella quería construir
país desde la cocina y por eso, tomó todo el aprendizaje adquirido en
Norteamérica y abrió La Herencia: un restaurante donde el comensal puede darse
un viaje por diferentes rincones del país sin abandonar su mesa.
En el menú de este restaurante, que está celebrando sus
primeros 5 años de vida, encontrarán delicias de la Costa Caribe, manjares de
la región central y por supuesto, fantásticas preparaciones de la zona
Pacífica.
“Mi idea siempre ha sido la de permitirle a los clientes
vivir una experiencia verdaderamente colombiana” asegura Valentina, quien ha
trabajado arduamente en acompañar los sabores tradicionales de las recetas de
antaño con presentaciones más contemporáneas y llamativas.
En el menú de La Herencia, el comensal encontrará desde
increíbles preparaciones caribeñas como la posta cartagenera hasta platillos
tradicionales como el sancocho trifásico o la lechona, pasando por sabores de
la costa occidental del país con platillos como la cazuela de mariscos al
estilo Pacífico.
“Hemos trabajado en un menú que no sea regionalista, sino
nacionalista”, explica Valentina y agrega que constantemente están explorando
sabores de regiones para que sus comensales encuentren siempre sorpresas
colombianas en el menú. “Queremos ser un restaurante en el que se viva una
auténtica experiencia colombiana, tanto para los locales como para los
extranjeros”, comenta Builes.
Y es que, cómo destaca esta joven chef y empresaria, La
Herencia es una rareza en el mercado gastronómico de la ciudad: “En Bogotá se
abren muchísimos restaurantes a diario, pero los referentes de cocina
colombiana son muy pocos y queremos que la gente vea a La Herencia como el
lugar donde la colombianidad cabe en una mesa”.
Cáterin para eventos
Pensando en las nuevas generaciones y en su diario vivir,
La Herencia ha abierto una nueva ala a su negocio: el cáterin para eventos. No
importa si es una celebración de cumpleaños, boda o laboral, o una reunión de
trabajo, el restaurante brinda el servicio de alimentación colectiva y provee
una cantidad determinada de comida y bebida.
“Uno de los valores agregados que tenemos es la magia.
Los restaurantes deben tener ese ingrediente especial, que no es más que esa
pasión y entrega en todo lo que ofrecen, desde la comida hasta el ambiente y la
facilidad para los comensales. De esta forma todos los que ofrezcan un evento
con el apoyo de nuestra cocina se sentirán orgullosos de atender a un
extranjero dándole a conocer nuestra gastronomía colombiana”, sostiene Builes.