Las vacaciones escolares de
fin de año se acercan y con ellas las dudas de cómo manejar el tiempo libre de
los niños. Podría enviarlos a casa de algún familiar o a un campamento de
verano, pero no todos tienen edad para estas actividades y además se estaría
perdiendo de la verdadera unión y diversión en familia.
Lo importante para que las
vacaciones con los niños sean un descanso y realmente entretenidas para todos
los integrantes de la familia, esta en los detalles.
Para comenzar, evite dejarse
llevar por las ofertas e inclínese por reservar un vuelo corto y sin escalas, y
elija un lugar que sea amigable con los niños. Aruba por ejemplo esta a solo
hora y media de Colombia, con vuelos diarios y directos, y ofrece estadía y
desayuno gratis todo el año para los menores de 12 años.
Intente mantenerlos siempre
interesados, ocupados, y activos. Es bien sabido que los niños tienen tiempo de
atención muy cortos, para contrarrestar esta característica antes del viaje
muéstreles fotos del destino, y hábleles de las actividades que pueden realizar
durante el viaje. En el vuelo, manténgalos ocupados con divertidas aplicaciones
en el iPad y durante el viaje estimúlelos a crear y aprender. Permítales tomar
fotografías y elegir algún plan.
Para captar la atención de los
más pequeños, Aruba ha desarrollado un atractivo pasaporte con descuentos en
actividades para niños pero interesantes para toda la familia y con trivias
para resolver después de las visitas. Dentro de las actividades que el pasaporte
VIK (Very Important Kid) propone
están: Mermaid Divers, una aventura
marina para explorar arrecifes y variedad de especies; Aventuras con Pelicanos,
paseos en caballo por valles, lagos y playas, granjas de avestruces,
mariposarios, tours por la isla, entre otros.
Durante el viaje y las
actividades, no olvide los snacks, decídase por alimentos fáciles de consumir,
que los llenen y no se conviertan en un caos. Barras de cereal, aguacate,
yogurt, manzanas, nueces y queso, son opciones rápidas y saludables. De igual
forma incentívelos y rételos (y a los padres también) a probar alimentos
locales o de cocinas internacionales para tener una experiencia diferente a la
rutina y explorar sus sentidos.