Desde hace más de 40 años los colombianos han aprendido a tomar un café de calidad superior de la mano de Oma, marca que abrió en Bogotá la primera tienda de café gourmet en 1970 y fue la pionera en introducir el concepto de “cafés terraza” en la capital. La palabra Oma en alemán significa abuela, dicho cariñosamente. El Grupo Oma genera más de 1.000 empleos directos y 5.000 indirectos. Del total de empleados, aproximadamente 80% son mujeres, cerca del 50% son madres cabeza de familia y 30% jóvenes menores de 25 años.
En el marco del proceso de renovación de imagen, iniciativa que arrancó hace más de dos años, la tradicional marca de café rinde un homenaje a la mujer colombiana con la creación de nuevos empaques donde se destaca la figura de la chapolera o recolectadota de café. Según el gerente general de Toscafé Oma, José Luis Fonseca Zárate, la marca busca destacar a Colombia como uno de los países donde el café es recogido todavía a mano, grano por grano. “En otros países este proceso es industrializado. La recolección del café se hace a través de máquinas”, indicó.
La primera tienda gourmet de Oma se inauguró en la carrera 15 con calle 82, local que aún existe, y no pasó mucho tiempo para se abriera un segundo local en Bogotá. En 1975, Oma también comenzó a preparar los mejores cafés de Bogotá en el Centro Internacional, lugar donde la oferta comercial incluía un menú de almuerzos. En los años 90 Oma vuelve a innovar con el lanzamiento de un nuevo formato para las Barras de Café, establecimientos modernos donde los clientes pueden disfrutar uno de los mejores cafés de Colombia a precios económicos y además degustar la deliciosa pastelería producida por OMA. Las primeras barras en el país se inauguraron en el Aeropuerto El Dorado y en los almacenes Éxito. Actualmente, existen aproximadamente 150 barras de café, de las cuales 100 se encuentran en Bogotá y el resto en ciudades como: Medellín, Cali, Villavicencio, Pereira, Barranquilla, Neiva, San Andrés y en Fusagasuga. Se pueden encontrar barras de café en supermercados, hipermercados, aeropuertos, clínicas, universidades, entre otros.
La experiencia y el conocimiento del café que posee Oma les sirvió para abrir aún más su mercado y, en este sentido, desarrolló una amplia variedad de cafés empacados los cuales se pueden conseguir a nivel nacional en supermercados y puntos propios, además ofrece bebidas a base de café que comenzaron a vender acompañadas de platos de comida internacional en su propia cadena de restaurantes. Actualmente, son 12 los restaurantes abiertos en Bogotá. “Los restaurantes son espacios que también han ido evolucionando. Hemos incorporado diversos elementos como el ambiente musical y un nuevo inmobiliario con el propósito de que el cliente tenga una experiencia placentera”, dijo José Luis Fonseca Zárate.
