jueves, abril 04, 2024

Colombia consolida el uso de las tarjetas como método de pago online: un recorrido por su histórico crecimiento


Según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) el año pasado las ventas online en Colombia alcanzaron los 62.1 billones de pesos. Dicha cifra, representó un incremento de más del 12% en comparación con el 2022. En términos de métodos de pago, las tarjetas de crédito/débito han sido las favoritas con el 52,8% del total.

En este marco, podría decirse que hoy en Colombia el uso de las tarjetas tanto físicas como virtuales para pagos online se encuentra en auge, ¿pero cómo ha sido la evolución de estas formas de pago a través de nuestra historia?

Las tarjetas de crédito como las conocemos hoy, surgieron en la primera mitad del siglo XX, pero su concepto básico tiene raíces aún más antiguas. La idea de utilizar un instrumento para representar crédito en lugar de dinero en efectivo, se ha ido desarrollando a lo largo de varias décadas.

El histórico de los medios de pago en Colombia

En Colombia, el uso de tarjetas de crédito se introdujo en 1970, cuando el Banco de Bogotá comenzó a operar con la corporación Bank of America. Gradualmente, durante las décadas de los 70 y 80, estos productos fueron ganando popularidad no solo en Estados Unidos, sino que también en otros países, convirtiéndose en un método de pago común. Con la llegada de los años 90,  y con el advenimiento del comercio electrónico, surgió la preocupación por la seguridad de la información financiera en línea, lo que llevó a la implementación de tecnologías como la banda magnética y el chip EMV para mejorar la seguridad de las transacciones y reducir así el riesgo de fraude en internet.

“Las tarjetas nacieron entonces, como una solución innovadora a este problema”, dice Carlos Marín, Country Mánager de Pomelo Colombia, la empresa líder en infraestructura tecnológica de emisión, procesamiento y gestión de pagos con tarjetas en América Latina.

Crecimiento y digitalización de pagos

Luego de dos décadas y tras un fuerte aumento en el uso de las tarjetas de débito y crédito en Colombia, en el año 2000 el número de tarjetas de crédito alcanzó los  1.9 millones. Más de 20 años después, en 2023, llegó a los casi 15 millones. Sin embargo, en este mismo año se observó una reducción de más de 500.000 tarjetas de crédito, muy conectado por el coletazo económico global post-pandemia. A diferencia de lo anterior, las tarjetas de débito, han mantenido históricamente un crecimiento regular, llegando a 47 millones en 2023 y marcando así un aumento del 7% con respecto al año anterior.

En este marco, hoy en día, a pesar de que el efectivo sigue siendo el método de pago preferido por los colombianos, se observa un creciente interés por los pagos digitales. Las transferencias electrónicas, por ejemplo, han pasado del 2.7% en 2019 al 12.6% en 2022. Por su parte, las tarjetas virtuales, tanto de débito como de crédito, también han ido ganando popularidad, ya que ofrecen una forma segura y conveniente de realizar transacciones en línea.

Para Marín, “las tarjetas de crédito y débito virtuales han cambiado la forma en que las personas y las empresas realizan transacciones en línea, ofreciendo una solución segura y conveniente que se adapta a la era digital. Es probable que veamos aún más innovaciones en este espacio, con características mejoradas de seguridad, integraciones más profundas con sistemas de pago móvil y en línea, y una adopción aún mayor a nivel global”.

En la actualidad, las tarjetas de crédito son el medio de pago electrónico líder en América Latina, con un 50% de participación en el comercio electrónico y un 20% en los pagos presenciales. Por ello, se espera que la tendencia hacia la digitalización de las finanzas continúe, y las tarjetas virtuales jueguen un papel crucial en este proceso. En Colombia, los consumidores tienen una amplia gama de opciones de pago, desde comercio electrónico hasta aplicaciones P2P, lo que refleja la evolución del mercado hacia soluciones digitales.

Cerca de 1.800 MIPYMES y 62.000 personas han sido beneficiadas con los programas de productividad de Colsubsidio

  

Colsubsidio continúa con su compromiso de apoyar a los empresarios colombianos a través de cuatro ejes de acción: desarrollo empresarial, empleabilidad, formación y el observatorio para la productividad, consolidándose con un portafolio gratuito, con programas, herramientas e infraestructura que aportan al crecimiento de las empresas.

“Nuestro propósito es innovar, ir a la par del ritmo empresarial, construir soluciones que se adapten a sus nuevas necesidades y ofrecer servicios que ayuden a potenciar sus negocios, pues sabemos que las empresas son el motor de la economía del país. Además, a través de nuestro observatorio, identificamos necesidades y brechas para el diseño de programas que resuelvan problemáticas del ecosistema de productividad”, afirma Ximena Rodríguez, jefe del Departamento de Productividad de Colsubsidio.

Desde desarrollo empresarial y de la mano de un equipo de expertos, aliados y actores del ecosistema empresarial, se atendieron en el 2023 cerca de 1.800 MiPymes. A través del programa Conexiones y Redes Empresariales, 241 empresas pertenecientes a distintos sectores participaron en diversos espacios de conocimiento y conexiones en torno a temas de innovación y fortalecimiento empresarial. Adicionalmente, 523 MiPymes de Bogotá y Cundinamarca resolvieron sus principales desafíos con el programa Rutas para la Productividad, en el que después de un diagnóstico inicial, las empresas recibieron asesoría y acompañamiento a la medida de sus necesidades para implementar un plan de acción que mejorara sus procesos internos.

Por su parte, 427 MiPymes participaron en el campamento de crecimiento empresarial Xposible Crecer, una jornada en la que los empresarios se conectaron con tres a mentores internacionales y 12 talleres prácticos en temas como modelos mentales, cómo escalar la tasa de adquisición de clientes, cómo iniciar un proceso de reclutamiento y cómo definir una estrategia de precios, entre otros, que les otorgaron conocimientos y herramientas para aplicar de manera inmediata en su modelo de negocio y mejorar su productividad.

De igual forma, 247 MiPymes se beneficiaron de espacios de inspiración y aprendizaje, donde pudieron identificar las tendencias actuales del mercado y cómo adaptarse a los constantes cambios del entorno.

En los servicios de empleabilidad, la Agencia de Gestión y Colocación de Empleo de Colsubsidio ubicó laboralmente a más de 62.000 personas en el año 2023. Este logro se alcanzó gracias al fortalecimiento de los procesos y a la identificación de las competencias clave en la demanda para reducir las brechas en competencias laborales individuales y colectivas.

En este sentido, se destaca el programa Ruta de Empleo TIC, la primera fábrica de talento TeCH liderada por una caja de compensación, en donde 468 personas se formaron en las habilidades más requeridas por esta industria. Otra de las rutas especializadas fue la de Empleo para Personas con Discapacidad, a través de la cual se logró la ubicación laboral de 147 personas pertenecientes a esta población y el acompañamiento a más de 20 empresas para que fortalezcan su estrategia de inclusión laboral.

En el área de formación, Colsubsidio ha desarrollado una oferta de programas flexibles para trabajadores activos y sus beneficiarios en habilidades y competencias, respondiendo a las demandas del mercado laboral y del sector productivo.

Más de 83 mil personas han hecho parte de los programas formación para el trabajo y actualización de competencias, lo cual les permite aportar al crecimiento de las empresas. En este componente, los trabajadores pueden acceder a un portafolio de más de 50 cursos cortos gratuitos, que son operados por aliados del mercado tan importantes como la Corporación de Educación Tecnológica Colsubsidio - CET, Universidad de Los Andes, Cymetria, ProTalento, Kuepa y Cicce.

martes, abril 02, 2024

Así aportan las cajas de compensación a superar las brechas para el desarrollo de los jóvenes

 


Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, 2.4 millones de jóvenes entre los 14 y 28 años no estudiaban ni trabajaban en el último trimestre del 2023; es decir, el 20% de ese grupo poblacional, lo que evidencia la necesidad de redoblar esfuerzos que contribuyan a superar las brechas que les impiden a las nuevas generaciones acceder a oportunidades educativas y de empleabilidad.

Frente a este desafío, las cajas de compensación familiar juegan un rol fundamental. De acuerdo con la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar, el sector ha consolidado una oferta integral que impacta a 3.5 millones de afiliados y beneficiarios entre los 18 y 28 años, para que se abran campo en el mundo laboral, por medio de 163 centros de capacitación para el trabajo, 38 institutos técnicos profesionales y 24 instituciones de educación superior.

Compensar, unas de las cajas más grandes del país, no solo dispone de la infraestructura sino también de una plataforma en la que articula programas y proyectos enfocados a generar bienestar para los jóvenes, “acercándolos a la educación sin barreras y acompañándolos para que desarrollen su proyecto de vida, de acuerdo con sus expectativas y aspiraciones”, aseguró Carlos Mauricio Vásquez Páez, director general de Compensar.

Precisamente, dicha entidad a la que se encuentran afiliados 792 mil jóvenes entre los 14 y 25 años, en 2023 subsidió el 75% del valor de la matrícula para que más de 2.000 universitarios continuaran sus estudios en la UCompensar, aportando de esta manera a aumentar la tasa de cobertura en educación superior que, según datos del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES), se ubicó en 54.92% para el año 2022. Por otro lado, el año anterior, la entidad también impactó a más de 32.000 estudiantes, incluyendo adolescentes y jóvenes, con el programa Jornada Escolar Complementaria.

De igual manera, desde la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar, 104.221 personas recibieron capacitación y orientación en el último año para ayudarlas a obtener un empleo y, 29 cumplieron el sueño de trabajar en el exterior, gracias al acompañamiento de la Agencia Transnacional de Empleo.

“Así mismo, por medio de nuestra ruta de emprendimiento y fomento empresarial, en este momento les brindamos diferentes herramientas a 165 jóvenes con mentes creativas y con ganas de emprender, para que fortalezcan sus ideas de negocio, generen empleo y bienestar para ellos y sus familias”, agregó Vásquez.

Además del aporte en el fortalecimiento académico y de empleabilidad, las cajas de compensación contribuyen en un aspecto clave para los jóvenes: la salud mental. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1 de cada 7 jóvenes, en el rango de 10 a 19 años, tiene algún trastorno mental, siendo la depresión y la ansiedad los más frecuentes. Un panorama que guarda relación con la realidad del país pues el 52 % de los jóvenes colombianos, en la Encuesta Nacional de Salud Mental del 2015, aseguraron que presentaban entre uno o dos síntomas de ansiedad.

En ese sentido, las cajas desarrollan acciones para que adolescentes y jóvenes, a través del deporte, la recreación y la cultura, reduzcan las probabilidades de desarrollar patologías que afectan el estado de ánimo y el comportamiento. En línea con ello, durante el 2023, 84.000 jóvenes hicieron uso de estos servicios en Compensar.

Compensar Salud, que cuenta con más de 401.000 jóvenes en el Plan de Beneficios en Salud y 43.000 en Plan Complementario, también ha venido trabajando, a través de un programa dirigido a la población que va hasta los 29 años, en la detección temprana de alteraciones del desarrollo, que involucra, entre varias acciones, orientación en temas relacionados con depresión, suicidio, adicciones, pero también sexualidad, violencia y actividad física.

“Las cajas de compensación focalizamos nuestros esfuerzos no solo para apoyar en la preparación y vinculación de los jóvenes al mercado laboral, sino que también disponemos de servicios y herramientas para que, de forma integral, esta población tenga bienestar físico, mental y emocional” concluyó Carlos Mauricio Vásquez Páez, director general de Compensar.

La ropa de segunda mano ahorra millones de litros de agua

 


La industria de la moda ha sido conocida por su impacto ambiental, especialmente en lo que respecta al uso negativo del agua. Desde el cultivo de materias primas como el algodón hasta los procesos de teñido y acabado de textiles; estas acciones requieren enormes cantidades de agua en cada etapa de producción.

El agua entonces, se ha convertido en un recurso de vital importancia y más aún en la decisión de compra, puesto que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global y produce el 8% de los gases de efecto invernadero. No obstante, hoy en día, existe  una tendencia emergente que está empezando a cambiar este panorama: la creciente popularidad de la ropa de segunda mano o second hand.

Tanta es la importancia por el cuidado de este valioso recurso, que la ropa de segunda mano no solo se ha convertido en una declaración de estilo, sino también es un acto de responsabilidad ambiental. Es por esto que, al optar por prendas de segunda mano, se contribuye a un ahorro significativo de agua. Se estima que cada prenda de ropa de segunda mano ahorra entre 1,500 a 3,000 litros de agua en comparación con una prenda nueva según datos de la app GoTrendier.

“Estas cifras son muy importantes, sobre todo cuando se considera la escasez de agua en muchas partes del mundo, así como los efectos devastadores que la sobreexplotación de este recurso puede tener en el medio ambiente y las comunidades cercanas.. Recordemos que hacer un par de jeans supone el consumo de más de 7,000 litros de agua, una cantidad exagerada de agua para una sola prenda”. Menciona Ana Jiménez, Country Manager de GoTrender Colombia.

En ese sentido, cada vez más personas están eligiendo comprar ropa de segunda mano, no solo por su asequibilidad y estilo único, sino también por su impacto ambiental positivo. El ahorro de agua asociado con la ropa de segunda mano tiene grandes beneficios:

Al comprar prendas de segunda mano, se evita la necesidad de producir nuevos textiles, esto significa que se reduce la cantidad de agua utilizada.

La reutilización de las prendas y sobre todo de aquellas que consumen muchísima agua en su fabricación, contribuyen a reducir la cantidad de desechos que terminan en vertederos, donde pueden contaminar el suelo y las fuentes hídricas.

Cuando se  compra y vende ropa de segunda mano se promueve la economía circular creando un ciclo sostenible de reutilización.

En resumen, la ropa de segunda mano no solo ayuda al medio ambiente cuidando el agua que consumimos, reduciendo los residuos y desechos, También disminuye la huella de carbono y fomenta la economía circular. Hoy en día, es muy fácil encontrar aplicaciones y tiendas donde se pueden adquirir este tipo de prendas y reutilizarlas. Por eso, está es una excelente manera de ser más consciente y sostenible con las decisiones de consumo.

Impacto del Impuesto a los Ultraprocesados en el Consumo de los Hogares Colombianos


La economía colombiana ha experimentado un periodo desafiante en los últimos dos años, con una inflación notable del 13,21% y 9,28% en 2022 y 2023, respectivamente. Este escenario ha tenido un impacto significativo en los bolsillos de los compradores colombianos, afectando su capacidad de consumo en la canasta básica.

Desde Kantar, división Worldpanel, se analiza la situación de la implementación del más reciente impuesto a los Alimentos ultraprocesados que ha añadido una mayor presión sobre la capacidad adquisitiva de los colombianos, especialmente en un contexto de inflación persistente. Los datos más recientes muestran una contracción del 5% en el volumen de estos productos de consumo masivo en comparación con 2021.

En el último bimestre del año 2023, se observó un aumento del 14% en el gasto total en la canasta de Alimentos ultraprocesados en comparación con el año anterior. Esto contrasta con un aumento del 9% en el desembolso de otras categorías que no estaban sujetas a impuestos. Además, al analizar detalladamente, se identificó que las tres categorías más afectadas en términos de volumen de compras fueron: té líquido, leche saborizada y chocolates/chocolatinas, con disminuciones en el volumen de ventas que oscilaron entre el 5% y el 20% durante los dos primeros meses de la implementación del impuesto.

Los hogares están adaptando sus decisiones de compra en respuesta a este gravamen. Por un lado, están reduciendo la frecuencia de compra de productos gravados, lo que se tradujo en una disminución del 6% en un trimestre. Por otro, algunos consumidores han optado por migrar hacia marcas más económicas, lo que ya ha resultado en un aumento de 1 punto en la participación de mercado de estas marcas.

John Studerus, Gerente de Analítica Avanzada de Kantar Colombia, división Worldpanel, señala que “este impuesto no solo afecta a la canasta de Alimentos ultraprocesados en términos de volumen, sino que también puede tener repercusiones en otras categorías no gravadas. Esto se debe a que los consumidores pueden verse obligados a reducir el consumo en categorías consideradas básicas para ellos. Estas implicaciones sugieren que la industria debe comprender la dinámica específica de cada categoría y anticipar el impacto futuro a medida que el impuesto aumente en los próximos años”.

Las categorías consideradas dentro de la canasta de Alimentos ultraprocesados incluyen arepas industriales, avenas, caldos, carnes frías, cereales, chocolatinas, chocolates, condimentos, galletas dulces y saladas, mantequilla, margarina, mayonesa, ponqué industrial, salsa de tomate, salsas para cocinar, snacks, sopas y cremas, chocolate de mesa, gaseosas, jugos en polvo y listos para tomar, maltas, té en polvo y líquido, crema de leche, kumis, yogurt, bebidas lácteas, leche saborizada y modificadores de leche.

Ante estos desafíos, es crucial para la industria no solo proyectar la afectación en el consumo, sino también establecer metas de demanda, ajustar la capacidad productiva y desarrollar estrategias que incentiven el consumo y generen valor agregado para mitigar el impacto en el volumen debido al aumento en los precios.

Smart Fit Colombia financiará parte de su plan de expansión con línea de crédito sostenible



Smart Fit, la principal cadena de centros de acondicionamiento físico en Latinoamérica anunció la firma de una línea de crédito de desarrollo sostenible con el Banco de Bogotá, destinada a respaldar proyectos de expansión de la compañía durante este año, con tecnología que promueve la reducción de emisiones de CO2 y el ahorro de agua. De esta forma, la compañía mantiene su compromiso de impactar positivamente a las ciudades donde se llevarán a cabo nuevas aperturas.

Luis Javier Jaramillo, CFO de Smart Fit Colombia, destacó que “estos acuerdos reflejan el compromiso de la empresa con la sostenibilidad, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos para 2024”. Jaramillo también subrayó la solidez financiera de la compañía gracias a resultados positivos en años anteriores.

Por su parte, Isabel Cristina Martínez, vicepresidenta de Sostenibilidad y Servicios Corporativos afirmó, “nos sentimos muy complacidos de financiar un proyecto como el de Smart Fit, que no solo permitirá brindar mayor cobertura de sus servicios, sino que también contribuirá a mantener un ahorro energético del 15% y una eficiencia en el consumo de agua superior al 23%, evitando así la emisión de aproximadamente tres mil toneladas de contaminantes a la atmósfera”.

Para el 2024, Smart Fit Colombia se mantiene firme en la intención de promover la actividad física y el estilo de vida saludable en todo el país. Actualmente la presencia de la cadena se extiende a 48 ciudades y 24 departamentos, es decir, el 75% del territorio colombiano, donde ha llevado su  innovadora propuesta que ha logrado cambiar la industria, al articular diseño, estética, tecnología y servicio para entregar a sus usuarios experiencias memorables.

Tiendas físicas vs E-commerce: Dónde prefieren comprar los consumidores

  

En las últimas dos décadas, ha surgido una constante transformación en los medios de compra de los consumidores, pues el acceso a internet y la integración de tecnologías móviles en la cotidianidad, han traído consigo nuevas alternativas para las ventas minoristas de snacks. De acuerdo con la información publicada en el más reciente informe ‘State of Snacking’, realizado por Mondelēz International en alianza con The Food Institute, se prevé que el comercio electrónico mundial crezca un 9,4 % en 2024 y represente más del 20 % de las ventas minoristas totales.

Ante este panorama, los comercios tienen la oportunidad de ofrecer diversas experiencias que permitan a los consumidores adquirir sus snacks favoritos en cualquier momento y lugar, proporcionándoles opciones de compra de fácil acceso y ofreciéndoles beneficios adicionales y personalizados.

En primer lugar, los comercios están adoptando una estrategia integrada que ofrece una experiencia unificada, tanto en las tiendas físicas como en línea. Dicha integración va más allá de simplemente tener presencia en línea para las tiendas físicas, pues implica que ambos canales funcionen en armonía. Esto se logra facilitando las compras instantáneas, brindando servicios de entrega rápida y proporcionando opciones simplificadas de pago y recogida en tiendas físicas.

En segundo lugar, está el comercio contextual, que aprovecha las actividades cotidianas y las interacciones en línea de los consumidores como el uso de redes sociales, la visualización de vídeos o juegos. Se realiza con el fin de hacer que las compras sean más pertinentes y eficientes, adaptando las experiencias a los contextos individuales de los consumidores con el apoyo de estrategias publicitarias. Según el informe ‘State of Snacking’, el 74 % de los consumidores y el 84 % de los Millennials y la Generación Z han comprado o comprarían un snack después de verlo en Internet.

Por último, se encuentra el comercio social, que fusiona las compras con las redes sociales, convirtiéndolas en una plataforma en la que los consumidores pueden descubrir y adquirir sus productos favoritos. Así es como las compras en directo se han hecho especialmente populares, combinando la transmisión de vídeo en directo con interacciones y compras en tiempo real. Para 2025, se espera que los ingresos mundiales generados por el comercio social superen los 2 billones de dólares.

"Desde Mondelēz International, estamos comprometidos con la implementación de estrategias que no solo mejoren la forma en la que las personas se acercan y adquieren los snacks, sino que también agreguen un valor significativo en su experiencia de compra. Por lo tanto, nos esforzamos por comprender sus gustos, hábitos de compra y demandas específicas para que cada interacción sea relevante, conveniente y gratificante para nuestros consumidores”, afirmó Aura Méndez, directora de Asuntos Corporativos y Gubernamentales WACAM.