Por lo general, cuando se aborda el tema de la movilidad
sostenible y amigable con el medio ambiente, las opiniones, los análisis y la
información suelen centrarse en los esfuerzos y/o programas que adelanta la
industria automotriz a nivel global en materia de fabricación y
comercialización de vehículos con tecnologías limpias (gas, híbridos y
eléctricos); puesto que contribuyen a mejorar la calidad del aire y el
bienestar del planeta, a partir de una drástica disminución en las emisiones de
dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI).
Sin embargo, lo que mucha gente aún desconoce, es que para
disminuir el impacto ambiental producido por el cambio climático, no solo basta
con tener vehículos de energías limpias y/o renovables, o con estimular hábitos
de conducción sostenibles, sino que es necesario aprender a hacer un buen uso
de los elementos del carro una vez finalicen su vida útil, para no poner en
riesgo la salud de las personas y el futuro del planeta.
En este sentido, una de las partes del auto que son más
sensibles a nivel ambiental es la batería, ya que contiene elementos y/o
sustancias que, en manos inexpertas o en lugares inadecuados, pueden llegar a
causar graves efectos en el ecosistema. Por esta razón, es fundamental que los
conductores no solo se preocupen por tener hábitos de conducción sostenibles,
sino, también, prácticas de consumo y posconsumo responsables, sobre todo,
cuando de sus baterías viejas se trata, para preservar su salud y proteger el
medio ambiente.
¿Cómo salvar al planeta mediante la correcta disposición de
las baterías usadas? Los expertos de Baterías Mac ayudan a responder esta
pregunta.
La importancia de la recolección de las baterías usadas:
En primer lugar, un conductor debe tener en cuenta que si
una batería vieja o dañada no se recicla adecuadamente, esta puede significar
un grave riesgo para el medio ambiente y una seria amenaza para su salud,
puesto que elementos como el plomo y el ácido, si no se liberan de forma
correcta y segura, pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, afectando
directamente el bienestar de las personas.
Por consiguiente, la mejor manera de cerrar el ciclo de la
batería usada es comprar en lugares autorizados por el programa Ecosteps o
llevarla hasta un centro – autorizado y confiable - de servicio automotriz,
para que el personal calificado pueda darle un manejo responsable de acuerdo
con los protocolos y procedimientos indicados para ello.
Otro factor importante al momento de estimular la
recolección de las baterías usadas es que este proceso permite convertirlas en
materia prima para la fabricación de baterías nuevas, impulsando así una
especie de “economía circular” en la industria automotriz, con el fin de ayudar
a reducir tanto la entrada de materiales vírgenes en el proceso productivo como
la generación de desechos tóxicos, para beneficio del planeta, los fabricantes
y consumidores.
De acuerdo con los expertos de Baterías Mac, actualmente se
puede reciclar hasta más de un 99% de los materiales de una batería vieja, los
cuales se componen principalmente de plásticos, plomo y electrolitos líquidos o
en gel, que se extraen y aprovechan por completo dado que contienen
acumuladores de energía.
Programa ‘ECOSTEPS’:
Uno de los programas de recolección de baterías más
reconocidos y confiables en el país, es el de ‘ECOSTEPS’ de CLARIOS ANDINA –
BATERÍAS MAC, que se encarga de garantizar el servicio de recolección y la
adecuada disposición de las baterías usadas de plomo-ácido en gran parte del
territorio nacional.
Una vez los conductores llevan su batería vieja hasta uno de
los centros de servicio automotriz autorizados por la compañía (como talleres,
las Energéticas, y almacenes de cadena que tienen alianza con la empresa
comercializadora de autopartes, Coéxito), no solo adquieren automáticamente un
beneficio en la compra de su siguiente batería, sino que permiten su
recolección por parte del programa ECOSTEPS, que cuenta con una flota
especializada y autorizada de vehículos para el transporte terrestre de
residuos peligrosos de plomo – ácido.
Clarios Andina cuenta con centros de almacenamiento de
baterías usadas en Colombia en los territorios de Cundinamarca, Antioquia, Eje
cafetero, Valle del Cauca y Costa Atlántica, los cuales cumplen con los
requisitos de ley en infraestructura para el almacenamiento de estas baterías.
Una vez las baterías han sido recolectadas, se llevan al
centro de almacenamiento y de aquí a la planta de reciclaje de Clarios Andina,
ubicada en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca, que cumple con los permisos
y autorizaciones ambientales para procesar la batería usada y así extraer con
alta tecnología todos sus componentes para fabricar nuevas baterías.
La tecnología del proceso de aprovechamiento de los residuos
de las baterías plomo ácido utilizada en esta planta permite reducir
drásticamente los niveles de exposición a contaminantes a través de sistemas de
extracción y ventilación en las áreas productivas.
En este lugar las baterías pasan al proceso de triturado,
donde se realiza la separación de los materiales (plomo, plástico y ácido
sulfúrico). El plomo, por ejemplo, es fundido en hornos rotatorios que utilizan
como fuente de combustible gas natural, y que entregan al final del proceso un
plomo de hasta un 98% de pureza.
El programa ECOSTEPS de Clarios Andina busca crear
conciencia de manera que se pueda sacar el aprovechamiento de todos los
componentes usados del producto, cerrando una cadena de valor que genera a los
centros de servicio automotriz y clientes beneficios económicos y ambientales.
Los conductores y los centros de servicio automotriz son importantes aliados en
nuestro propósito de jugarle limpio al planeta.