Hacer una compra online y que el pago no pase puede ser una experiencia frustrante. Tienes saldo, el límite de tu tarjeta está bien pero la transacción simplemente no se aprueba. ¿Qué pasa en esos segundos invisibles entre que haces click en “pagar” y aparece el mensaje de “transacción rechazada”? La respuesta está en un complejo entramado de validaciones, reglas de seguridad y decisiones automatizadas que, si no están optimizadas, pueden bloquear pagos legítimos.
Ahí es donde entra la
inteligencia artificial. Gracias a una tecnología llamada Ruteo Inteligente (o
Smart Routing), se pueden reducir drásticamente los rechazos infundados. Este
sistema analiza en milisegundos cada operación y elige el mejor camino entre
múltiples proveedores de pago, emisores y adquirentes, maximizando las
oportunidades de aprobación. El resultado: menos fricciones, más pagos exitosos
y una experiencia fluida para usuarios y comercios.
“El Smart Routing es como un GPS para los pagos. Si una ruta está congestionada o bloqueada, busca una alternativa en tiempo real para llegar al destino: que el pago se apruebe”, explica Federico Mazzoli, vicepresidente de producto de dLocal, una empresa global de pagos nacida en Uruguay y que hoy opera en todo el mundo. “Gracias a la inteligencia artificial, aprendemos continuamente de las transacciones: qué funciona mejor según el país, el banco, el método de pago o incluso la hora del día”.
Este tipo de innovación es
parte de una tendencia global imparable. Según estimaciones de IDC y McKinsey,
la inversión en inteligencia artificial superó los 300 mil millones de dólares
en 2023, y sigue en ascenso. Pero más allá de las cifras, lo relevante es cómo
esa inversión se traduce en beneficios tangibles para las personas: pagos que
se aprueban sin demoras, fraudes que se previenen sin afectar a usuarios
reales, y experiencias digitales cada vez más fluidas, rápidas y personalizadas.
Beneficios concretos para el comercio de la región
Para los comercios
digitales, realizar transacciones con fluidez es un imperativo y una ventaja
competitiva. Cada pago rechazado puede significar una venta perdida, un cliente
frustrado y una oportunidad de fidelización desaprovechada. El fenómeno es
recurrente: estudios de Statista indican que hasta el 15% de los pagos online
en América Latina son rechazados, incluso cuando el usuario tiene fondos
suficientes.
Empresas que utilizan
soluciones potenciadas por IA como Smart Routing reportaron incrementos de
entre el 8% y el 20% en sus tasas de aprobación, lo que se traduce en más
ingresos, menor abandono del carrito y mejor experiencia de usuario.
El dato es especialmente
significativo de este lado del mundo: Americas Market Intelligence estima que
en nuestra región el volumen de pagos digitales se duplicará entre 2023 y 2027.
La IA será el motor
silencioso detrás de esas millones de transacciones en tiempo real: hace ese
trabajo invisible, y lo hace cada vez mejor.