miércoles, abril 30, 2025

Bancolombia visualiza un camino de recuperación impulsado por la agroindustria, el comercio y el entretenimiento

  

El equipo de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia publicó su más reciente actualización de proyecciones sectoriales, en la que reveló su expectativa en indicadores clave para la economía, como el crecimiento en ventas de vehículos, vivienda, producción petrolera, consumo de los hogares y saldo de cartera del sistema financiero, entre otros. Estos son los aspectos más relevantes de su informe:

Agro: esperamos que el PIB del sector agropecuario crezca, en términos reales, 3,9% en 2025. Después de un año 2024 con un valor históricamente alto (8,1%), la cifra para 2025, aunque menor, se ubica por encima del valor proyectado para la economía en su conjunto (2,6%).

Consumo: el consumo de los hogares seguirá guiando el entendimiento de la economía. Como lo anticipamos, el gasto de los hogares mantuvo su participación en el PIB en máximos históricos, alcanzando 76% al cierre de 2024. En 2025 seguiremos la misma senda.

Comercio y servicios : las preferencias por servicios de los hogares han favorecido el gasto en recreación y cultura, pero el sorpresivo impulso en el comercio de bienes del cierre de 2024 nos lleva observar señales sólidas de reactivación en 2025.

Vivienda: en el caso del sector vivienda, Bancolombia estima cerrar el año con ventas cercanas a las 165.000 unidades, un crecimiento del 11% frente a 2024. En contraste, en materia de iniciaciones, se proyectan al cierre del año 127.000 unidades, una caída del 9% frente a 2024.

Recursos naturales : los bajos precios del petróleo, sumado a los desafíos en seguridad, traerían impactos a la producción petrolera, llegando este año a niveles de 749.000 bpd, una disminución del -3% frente a 2024.

Cartera del sistema financiero: anticipamos un panorama favorable para los establecimientos de crédito, con una expansión moderada de la cartera de crédito (1,7% real) y una mejora en la calidad de cartera, impulsada en buena medida por el segmento de consumo.

Sector Agropecuario

Después de liderar en 2024 el crecimiento del PIB real entre todos los sectores de la economía, esperamos que el sector agropecuario continúe mostrando un buen desempeño en 2025, aunque con algunas variantes entre subsectores. Por un lado, el café ha recuperado mucho del terreno perdido por dificultades climáticas, y aunque inició el año creciendo de manera acelerada, esperamos que la cosecha, medida en año calendario, aumente alrededor de un 8%, y cerremos con aproximadamente 15 millones de sacos, un poco por encima del dato de 2019 (14,8 millones de sacos).

En cuanto a las actividades pecuarias, proyectamos que la porcicultura y la avicultura sigan liderando el crecimiento en producción (7% y 4%, respectivamente), gracias a decisiones de inversión tomadas en años anteriores. Además, este año anticipamos que la palma africana y el cultivo de la caña de azúcar se recuperen en el volumen de la cosecha (4% y 5%), impulsados por mejores condiciones climáticas. Los retos en crecimiento se concentrarán en:

Los cultivos de ciclo corto como el arroz y la soya, debido al menor incentivo para sembrar por el comportamiento bajista en precios.

Las exportaciones de productos frescos y transformados, por el impacto que los aranceles y una posible desaceleración de la economía de EE.UU. puedan ocasionar.

Finalmente, las cifras de ventas de alimentos procesados, a marzo de este año, van confirmando nuestra hipótesis de que, por fin, veremos un repunte en las ventas reales de esta industria, lo que va a generar una mayor demanda de productos del agro en el mercado local.

Sector Comercio

El comercio minorista inicia 2025 con señales de recuperación más claras. Este año, a febrero, las ventas crecían 8,9% real anual, reflejando un cambio de tendencia frente a la debilidad observada en buena parte de 2024. El repunte del cuarto trimestre fue clave, impulsado por los segmentos de vehículos, informática y artículos del hogar. Así, el sector observará mejores perspectivas en 2025 y proyectamos que las ventas reales crecerán cerca de 3%, en línea con el PIB del sector. El impulso en las ventas vendría, principalmente, de los bienes durables, que explicarían más de la mitad del avance, junto con la resiliencia de categorías esenciales como aseo, alimentos y hogar, en un entorno macroeconómico más estable.

Sector Edificaciones

 El sector de la construcción de vivienda en Colombia se encuentra en una fase de transición, caracterizada por una recuperación paulatina tras varios años de desaceleración. Para 2025 y 2026, el entorno seguirá condicionado por factores estructurales que han limitado el desempeño del sector en años recientes. En este contexto mixto, estimamos que las ventas de vivienda en 2025 llegarán a 165.000 unidades, un crecimiento del 11% frente a 2024. El rezago en el componente VIS sigue siendo una de las principales preocupaciones, tras la suspensión de asignaciones del programa Mi Casa Ya en 2024, debido al agotamiento de los cupos de cobertura.

Sector Infraestructura

Se prevé un crecimiento del PIB de obras civiles de 3,8% en 2025 y 7,2% en 2026, impulsado por la ejecución de proyectos estratégicos, con avances importantes en estructuración y viabilidad. Pese a las restricciones fiscales, los proyectos para expandir el sistema férreo podrían consolidarse como un eje clave en la transición hacia una infraestructura más sostenible e intermodal, no obstante, su entrada en operación podría tomar varios años.

Sector Petróleo

La incertidumbre económica mundial y una menor demanda esperada presionan los precios a la baja. El 9 de abril, el precio del petróleo Brent acumuló una caída del 20% en una semana, alcanzando los USD59 por barril, debido a tensiones comerciales y decisiones de producción. Ante este contexto, nuestro escenario bajista cobra una mayor probabilidad de ocurrencia, con un Brent cerrando el año en USD63 y el 2026 en USD58. Los bajos precios del petróleo, sumado a los desafíos en materia de seguridad en el país, son factores claves que incidirán en la producción petrolera durante este año, la cual pronosticamos que disminuya 3% frente a 2024, llegando así a los 749.000 bpd.

Sector Turismo

Colombia continúa consolidándose como uno de los destinos más dinámicos en la recuperación turística de Suramérica, superando en número de turistas extranjeros a países referentes como Brasil, Argentina y Perú. Este crecimiento se vio impulsado por la diversificación de su oferta, la mejora en conectividad y el fortalecimiento del turismo cultural. En este marco, para 2025 se estima la llegada de 7,2 millones de visitantes no residentes al país, con una ocupación hotelera promedio proyectada por encima del 51% y un crecimiento sostenido en los patrones de consumo, identificados a través de la transaccionalidad de nuestros tarjetahabientes, hacia esquemas de alojamiento más flexibles, como las viviendas de renta corta.

Sector Entretenimiento

El sector de entretenimiento fue uno de los más dinámicos en 2024 y esperamos que en 2025 mantenga su protagonismo, con un crecimiento proyectado de 4,5% en su valor agregado. Esta expansión continuará generando valor en actividades conexas como logística, transporte, gastronomía, turismo y boletería. El impulso también estará acompañado por el avance sostenido en el gasto de los hogares en suscripciones, aplicaciones y apuestas, consolidando el momentum de la recreación y la cultura como motor de dinamismo económico en el país.

Sector Financiero

Hacia adelante, prevemos que la tendencia de mejoría se extienda en sincronía con la normalización del entorno macroeconómico y financiero. Nuestro pronóstico señala un crecimiento de 1,7% real anual en la cartera total en 2025, impulsada por la recuperación en consumo y la solidez en el segmento comercial.

Si bien el crecimiento esperado en vivienda es de 4,1% real anual, es un nivel que se mantiene inferior al promedio prepandemia de 7,3%, por lo cual, aunque la dinámica sería positiva en términos de crecimiento, se mantendría alejada de su desempeño histórico, mientras que para microcrédito prevalece un mayor dinamismo. Así, el desempeño del crédito acompañaría la actividad productiva en sincronía con la mayor fortaleza en la demanda privada, menores tasas de interés y estrategias comerciales desde los establecimientos de crédito (EC), que también se ve reflejado en una importante mejora en los niveles de calidad de cartera esperada para 2025.