El equipo de
Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia publicó su
más reciente actualización de proyecciones sectoriales, en la que reveló su
expectativa en indicadores clave para la economía, como el crecimiento en
ventas de vehículos, vivienda, producción petrolera, consumo de los hogares y
saldo de cartera del sistema financiero, entre otros. Estos son los aspectos
más relevantes de su informe:
Agro: esperamos que el PIB
del sector agropecuario crezca, en términos reales, 3,9% en 2025. Después de un
año 2024 con un valor históricamente alto (8,1%), la cifra para 2025, aunque
menor, se ubica por encima del valor proyectado para la economía en su conjunto
(2,6%).
Consumo: el consumo de los
hogares seguirá guiando el entendimiento de la economía. Como lo anticipamos,
el gasto de los hogares mantuvo su participación en el PIB en máximos
históricos, alcanzando 76% al cierre de 2024. En 2025 seguiremos la misma
senda.
Comercio y servicios : las
preferencias por servicios de los hogares han favorecido el gasto en recreación
y cultura, pero el sorpresivo impulso en el comercio de bienes del cierre de
2024 nos lleva observar señales sólidas de reactivación en 2025.
Vivienda: en el caso del
sector vivienda, Bancolombia estima cerrar el año con ventas cercanas a las
165.000 unidades, un crecimiento del 11% frente a 2024. En contraste, en
materia de iniciaciones, se proyectan al cierre del año 127.000 unidades, una
caída del 9% frente a 2024.
Recursos naturales : los
bajos precios del petróleo, sumado a los desafíos en seguridad, traerían
impactos a la producción petrolera, llegando este año a niveles de 749.000 bpd,
una disminución del -3% frente a 2024.
Cartera del sistema
financiero: anticipamos un panorama favorable para los establecimientos de
crédito, con una expansión moderada de la cartera de crédito (1,7% real) y una
mejora en la calidad de cartera, impulsada en buena medida por el segmento de
consumo.
Sector Agropecuario
Después de liderar en 2024
el crecimiento del PIB real entre todos los sectores de la economía, esperamos
que el sector agropecuario continúe mostrando un buen desempeño en 2025, aunque
con algunas variantes entre subsectores. Por un lado, el café ha recuperado
mucho del terreno perdido por dificultades climáticas, y aunque inició el año
creciendo de manera acelerada, esperamos que la cosecha, medida en año
calendario, aumente alrededor de un 8%, y cerremos con aproximadamente 15 millones
de sacos, un poco por encima del dato de 2019 (14,8 millones de sacos).
En cuanto a las
actividades pecuarias, proyectamos que la porcicultura y la avicultura sigan
liderando el crecimiento en producción (7% y 4%, respectivamente), gracias a
decisiones de inversión tomadas en años anteriores. Además, este año
anticipamos que la palma africana y el cultivo de la caña de azúcar se
recuperen en el volumen de la cosecha (4% y 5%), impulsados por mejores
condiciones climáticas. Los retos en crecimiento se concentrarán en:
Los cultivos de ciclo
corto como el arroz y la soya, debido al menor incentivo para sembrar por el
comportamiento bajista en precios.
Las exportaciones de
productos frescos y transformados, por el impacto que los aranceles y una
posible desaceleración de la economía de EE.UU. puedan ocasionar.
Finalmente, las cifras de
ventas de alimentos procesados, a marzo de este año, van confirmando nuestra
hipótesis de que, por fin, veremos un repunte en las ventas reales de esta
industria, lo que va a generar una mayor demanda de productos del agro en el
mercado local.
Sector Comercio
El comercio minorista
inicia 2025 con señales de recuperación más claras. Este año, a febrero, las
ventas crecían 8,9% real anual, reflejando un cambio de tendencia frente a la
debilidad observada en buena parte de 2024. El repunte del cuarto trimestre fue
clave, impulsado por los segmentos de vehículos, informática y artículos del
hogar. Así, el sector observará mejores perspectivas en 2025 y proyectamos que
las ventas reales crecerán cerca de 3%, en línea con el PIB del sector. El
impulso en las ventas vendría, principalmente, de los bienes durables, que
explicarían más de la mitad del avance, junto con la resiliencia de categorías
esenciales como aseo, alimentos y hogar, en un entorno macroeconómico más
estable.
Sector Edificaciones
El sector de la
construcción de vivienda en Colombia se encuentra en una fase de transición,
caracterizada por una recuperación paulatina tras varios años de
desaceleración. Para 2025 y 2026, el entorno seguirá condicionado por factores
estructurales que han limitado el desempeño del sector en años recientes. En
este contexto mixto, estimamos que las ventas de vivienda en 2025 llegarán a
165.000 unidades, un crecimiento del 11% frente a 2024. El rezago en el
componente VIS sigue siendo una de las principales preocupaciones, tras la
suspensión de asignaciones del programa Mi Casa Ya en 2024, debido al
agotamiento de los cupos de cobertura.
Sector Infraestructura
Se prevé un crecimiento del
PIB de obras civiles de 3,8% en 2025 y 7,2% en 2026, impulsado por la ejecución
de proyectos estratégicos, con avances importantes en estructuración y
viabilidad. Pese a las restricciones fiscales, los proyectos para expandir el
sistema férreo podrían consolidarse como un eje clave en la transición hacia
una infraestructura más sostenible e intermodal, no obstante, su entrada en
operación podría tomar varios años.
Sector Petróleo
La incertidumbre económica
mundial y una menor demanda esperada presionan los precios a la baja. El 9 de
abril, el precio del petróleo Brent acumuló una caída del 20% en una semana,
alcanzando los USD59 por barril, debido a tensiones comerciales y decisiones de
producción. Ante este contexto, nuestro escenario bajista cobra una mayor
probabilidad de ocurrencia, con un Brent cerrando el año en USD63 y el 2026 en
USD58. Los bajos precios del petróleo, sumado a los desafíos en materia de
seguridad en el país, son factores claves que incidirán en la producción
petrolera durante este año, la cual pronosticamos que disminuya 3% frente a
2024, llegando así a los 749.000 bpd.
Sector Turismo
Colombia continúa
consolidándose como uno de los destinos más dinámicos en la recuperación
turística de Suramérica, superando en número de turistas extranjeros a países
referentes como Brasil, Argentina y Perú. Este crecimiento se vio impulsado por
la diversificación de su oferta, la mejora en conectividad y el fortalecimiento
del turismo cultural. En este marco, para 2025 se estima la llegada de 7,2
millones de visitantes no residentes al país, con una ocupación hotelera
promedio proyectada por encima del 51% y un crecimiento sostenido en los
patrones de consumo, identificados a través de la transaccionalidad de nuestros
tarjetahabientes, hacia esquemas de alojamiento más flexibles, como las
viviendas de renta corta.
Sector Entretenimiento
El sector de entretenimiento
fue uno de los más dinámicos en 2024 y esperamos que en 2025 mantenga su
protagonismo, con un crecimiento proyectado de 4,5% en su valor agregado. Esta
expansión continuará generando valor en actividades conexas como logística,
transporte, gastronomía, turismo y boletería. El impulso también estará
acompañado por el avance sostenido en el gasto de los hogares en suscripciones,
aplicaciones y apuestas, consolidando el momentum de la recreación y la cultura
como motor de dinamismo económico en el país.
Sector Financiero
Hacia adelante, prevemos
que la tendencia de mejoría se extienda en sincronía con la normalización del
entorno macroeconómico y financiero. Nuestro pronóstico señala un crecimiento
de 1,7% real anual en la cartera total en 2025, impulsada por la recuperación
en consumo y la solidez en el segmento comercial.
Si bien el crecimiento
esperado en vivienda es de 4,1% real anual, es un nivel que se mantiene
inferior al promedio prepandemia de 7,3%, por lo cual, aunque la dinámica sería
positiva en términos de crecimiento, se mantendría alejada de su desempeño
histórico, mientras que para microcrédito prevalece un mayor dinamismo. Así, el
desempeño del crédito acompañaría la actividad productiva en sincronía con la
mayor fortaleza en la demanda privada, menores tasas de interés y estrategias
comerciales desde los establecimientos de crédito (EC), que también se ve
reflejado en una importante mejora en los niveles de calidad de cartera
esperada para 2025.