lunes, febrero 17, 2025

Crecimiento en 2024: positivo, pero con una reactivación aún parcial

 


Mauricio Hernández-Monsalve, economista de BBVA Research

El PIB creció 1,7% en 2024, en un entorno de condiciones financieras menos restrictivas y una inflación en descenso que permitió la recuperación progresiva de la demanda interna. Aun así, el crecimiento se mantuvo por debajo del promedio de 20 años (3,5%) y con diferencias significativas entre sectores y componentes del gasto.

La demanda interna creció 2,2%, superando el crecimiento del PIB, a diferencia de 2023, cuando su debilidad limitó la expansión económica. Esto refleja una recuperación del gasto de los hogares y la inversión, además de un repunte en las importaciones. Asimismo, la desacumulación de inventarios se revirtió, con un saldo positivo en 2024 tras caídas pronunciadas en 2023, lo que sugiere que las empresas anticipan una mejora en la demanda para 2025.

El consumo privado creció 1,6% en el año, mostrando resiliencia pese al impacto inicial de tasas de interés elevadas. Dado su peso en el PIB (76%), fue el componente que más contribuyó al crecimiento, con un mayor peso de los servicios (58% del total del consumo) que en bienes. Dentro de los bienes, los no durables representaron el 30%, los semidurables el 7% y los durables el 5%.

Comparado con los niveles de 2019, en 2024 los rubros de servicios dentro del consumo privado han mostrado los mayores avances. En particular, el gasto en recreación y cultura ha sido el más dinámico, alcanzando un 202% de su valor en 2019, impulsado por el auge de las apuestas en línea y una mayor demanda por eventos culturales y espectáculos en vivo.

También sobresale el gasto en comunicaciones, que llegó al 141%, reflejando una mayor digitalización y demanda de servicios tecnológicos. El consumo en salud alcanzó el 136% del nivel de 2019, impulsado por una mayor demanda por servicios médicos y un mayor acceso a tratamientos. El gasto en bebidas alcohólicas y tabaco llegó al 137%, mientras que el transporte creció hasta el 127%, favorecido por una mayor movilidad y actividad económica.

Otros rubros superaron sus niveles pre-pandemia, aunque con avances más moderados. El consumo en alimentos y bebidas no alcohólicas llegó al 120%, el alojamiento, agua, electricidad y gas alcanzó un 112%, y la educación se ubicó en 107%, con una recuperación más lenta. En el caso de restaurantes y hoteles, el consumo apenas superó los niveles pre-pandemia con 106%, reflejando un desempeño moderado pese a la reactivación del turismo.

El gasto total de consumo final de los hogares en 2024 alcanzó el 123% del nivel de 2019. Desglosado por durabilidad, el consumo de bienes durables llegó a 130%, los bienes no durables a 123%, los bienes semidurables a 113%, y el consumo en servicios se ubicó en 125%.

La inversión fija fue clave en la aceleración del PIB de 2024, con un crecimiento de 3,0% en todo 2024. Tras una primera mitad del año débil, la inversión se reactivó con fuerza en el segundo semestre, impulsada por obras civiles y una mejor dinámica del gasto en maquinaria y equipo. Sin embargo, la inversión en edificaciones se mantuvo en terreno negativo en el total del año, afectando al sector construcción en su conjunto.

El consumo público cayó 0,5% en 2024, afectado por las restricciones fiscales y el menor gasto del gobierno central. Esta menor ejecución no fue compensada por las administraciones regionales, que en su primer año de gestión suelen ejecutar presupuestos con mayor rezago. Además, la comparación fue más exigente debido al mayor gasto registrado en 2023 por las elecciones, que impulsaron el consumo público de manera transitoria. Como resultado, el gasto público perdió el papel contracíclico que tuvo en años anteriores, restando impulso al crecimiento del PIB

El sector de servicios y las actividades agropecuarias (+8,1%) siguieron liderando la actividad económica. En contraste, los sectores primario y secundario no lograron aportar con la misma fuerza. El sector primario mostró una fuerte heterogeneidad: el agro tuvo un excelente desempeño, mientras que la minería continuó rezagada (-5,2%), afectada por caídas en producción y factores regulatorios. El sector secundario se contrajo en 2024, con la construcción de edificaciones en terreno negativo (-2,5%), las obras civiles aportando positivamente (11,7%) y la industria cayendo un 2,1%. Sin embargo, la producción industrial mostró señales de estabilización en la segunda mitad del año.

Aunque las exportaciones de servicios (+9,4%) mostraron un crecimiento notable, especialmente en sectores como turismo, el repunte de las importaciones (4,2%), impulsado por una demanda interna más robusta, resultó en una contribución neta negativa del sector externo al PIB. La demanda externa restó 2,7 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en 2024, afectada por un mayor dinamismo de las importaciones frente a las exportaciones totales (2,0%).

A nivel sectorial, 10 de los 12 sectores ya superan sus niveles de actividad de 2019, pero la construcción y la minería siguen muy rezagadas. En el año completo 2024, estos sectores representaron solo 77% y 84%, respectivamente, del valor que tenían en 2019, reflejando una contracción estructural en ambas actividades. El sector de arte y entretenimiento es el que más ha crecido frente a 2019 (152% del nivel de 2019), impulsado en gran medida por el auge de las apuestas en línea, que han dinamizado este rubro y generado nuevas fuentes de ingresos. El comercio y la industria, que habían alcanzado un 116% y 111%, en su orden, del nivel de 2019 en 2022, retrocedieron en los últimos trimestres y ahora se ubican en un 114% y 106% del nivel pre-pandemia.

El crecimiento de 2023 fue revisado ligeramente al alza, pasando de 0,6% a 0,7%, debido a un mejor desempeño estimado en algunos servicios y en la industria, aunque compensado por una revisión a la baja en el comercio. A nivel de demanda, el consumo final y las exportaciones fueron ajustados ligeramente a la baja, mientras que la inversión mostró un un mejor comportamiento del inicialmente estimado. Esta revisión al alza en el crecimiento de 2023 implicó una base ligeramente más exigente para el comportamiento de 2024.