La compañía de alimentos Alquería fue recertificada como Empresa B, con una mejora del 34% frente a su evaluación anterior, lo que la acerca a los mejores puntajes de la región latinoamericana, con 116,4 puntos. Este logro la consolida como la Empresa B más grande del país y reafirma su compromiso con un modelo de negocio que refleja que la rentabilidad y el impacto social y ambiental positivo, se potencian.
“Las cifras hoy nos demuestran que el propósito y la rentabilidad van de la mano. En los últimos cinco años, en Alquería hemos transitado a ser una empresa de alimentos multimarca y multicategoría, lo que nos ha permitido duplicar nuestras ventas; proyectamos cerrar 2025 con ingresos cercanos a los $2 billones. Este crecimiento, además, nos ha permitido hasta multiplicar por más de cinco veces el impacto de programas sociales y ambientales” explicó Rafael Álvarez, CEO de Alquería.
Este incremento se ha logrado de la mano de un portafolio diversificado que, si bien mantiene la leche como su eje primario, ha visto un crecimiento sostenido en otras categorías. La marca de quesos Del Vecchio, por ejemplo, ha cuadruplicado sus ventas en los últimos cuatro años, y Vitad cuadruplicó su crecimiento en su primer año de integración, consolidando un portafolio de más de 30 productos.
Este éxito se fundamenta en un compromiso transversal con la calidad total, que abarca desde la excelencia de los productos, hasta la gestión de triple impacto por el medio ambiente y las comunidades, en línea con su convicción de nutrir el futuro de Colombia.
"En Alquería nos gusta hacer las cosas bien. Hemos demostrado que el éxito empresarial se mide también por el bienestar de las personas, las comunidades y la naturaleza", menciona Álvarez. "Nos recertificamos como Empresa B porque estamos convencidos de que ser sostenibles es un gran negocio, y porque queremos ser una mejor empresa para el mundo".
Priorizar tanto el crecer, como hacer el bien
Ser una Empresa B significa que Alquería mide y se preocupa por su impacto social y ambiental con la misma rigurosidad que hace seguimiento a su desempeño económico. Por ello, destaca avances en ganadería sostenible, cuidado del medio ambiente y educación.
Una ganadería más limpia y familias sin humo: así transforma Alquería el campo colombiano
Alquería va más allá de su impacto en cifras, mide vidas transformadas. A través del programa Vaca Madrina, ha acompañado a más de 90 pequeños productores del sur del Cesar, a desarrollar una ganadería más eficiente y sostenible. Pero el verdadero cambio se vive en casa: 77 familias dejaron de cocinar con leña y respirar humo tóxico, y pasaron a cocinar con energía limpia y gratuita, gracias a la instalación de biodigestores en sus predios, que convierten el estiércol de vaca en biogás.
Iniciativas como estas hacen tangible la causa “Mantener el campo siempre vivo”, y reafirman que el propósito empresarial puede cambiar realidades cotidianas.
En los último cinco años Alquería triplicó la donación de leche de calidad con más de 6 millones de vasos entregados en 17 ciudades, impactando a más de 1,3 millones de personas. En paralelo, la Fundación Alquería Cavelier celebró sus 15 años transformando la educación pública: más de 146 mil estudiantes y 7.745 docentes fueron beneficiados con formación socioemocional y pedagógica, mientras 529 jóvenes accedieron a becas para educación de alta calidad. En Alquería, cada producto vendido impulsa causas que fortalecen el país desde lo esencial: la nutrición y la educación.
Recuperar más de lo que se consume: la apuesta ambiental de Alquería
En 2024, Alquería recogió el 105% del plástico que puso en el mercado, superando sus propios impactos. Este logro lo hizo trabajando en equipo con más de 1.500 recicladores de oficio, pertenecientes a 6 asociaciones, dignificando su labor a través del fortalecimiento de sus capacidades administrativas y la compra directa del material.
Adicionalmente, desde 2019, Alquería multiplicó más de 5 veces el ahorro de plástico, gracias a proyectos de ecodiseño, lo que significó que en 2024 se evitó el uso de casi 2.000 toneladas de plástico virgen. Estas labores se enmarcan en su causa “Dar larga vida al planeta”, donde más allá de la compensación, la empresa trabaja en replantear procesos y entornos, creando una nueva cultura ambiental empresarial en Colombia.