En los últimos años, las quejas hacia el elevado precio de las facturas de energía se han visto en aumento, sobre todo en ciudades del caribe colombiano como Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, entre otras. Por esto resulta clave conocer cómo funcionan los precios, el desglose de la tarifa y qué influye para que la energía suba, o baje
Alvaro Josué Yáñez, socio del equipo de Energía y Cambio Climático de CMS Rodríguez-Azuero, y Mónica Torres, Counsel de la misma área señalan tres factores con efectos sobre el precio de la energía:
Existe un gran número de plantas de generación, comprometidas con contratos de suministro y acuerdos de confiabilidad resultantes de subastas en 2019 y 2021, que no han entrado en operación debido a dificultades con permisos y disponibilidad de la red eléctrica.
La alta probabilidad de
un prolongado Fenómeno de El Niño, estimado en más del 90% hasta 2024, ha
causado sequías y escasez de agua, afectando la fuente principal de energía en
el país.
La incertidumbre en la
disponibilidad de recursos hidrocarburíferos, especialmente el gas natural, que
garantiza la confiabilidad en momentos de escasez, ha contribuido al aumento en
los precios de la energía térmica y eléctrica.
Sin embargo, resulta importante destacar que el proceso para determinar el precio de la energía, también se basa en la ley de oferta y demanda, específicamente en el mercado de corto plazo, conocido como la bolsa de energía. Aquí, los precios se establecen en función de los costos ofrecidos por las generadoras hidroeléctricas, cuyos costos marginales de producción suelen ser inferiores a los de otras fuentes como los generadores térmicos o renovables. Esto significa que el precio de la energía está intrínsecamente vinculado al costo de la fuente de generación.
“Cuando los recursos hídricos son abundantes, las tecnologías de bajo costo, como las hidroeléctricas, pueden suministrar energía de manera competitiva. En contraste, las fuentes térmicas (como el gas natural o el diésel), con costos más elevados, y las fuentes renovables, que ofrecen suministro constante solo en algunas horas del día, tienden a tener precios marginales más altos. Cuando los recursos hídricos son escasos, el precio de la energía aumenta, ya que se recurre a fuentes térmicas para garantizar la confiabilidad en el suministro, elevando el precio de la energía debido a la mayor onerosidad en la generación con estos recursos” afirma el Socio.
Las tarifas que aplican las empresas de energía constan de varios elementos y se distribuyen en cada etapa de la cadena de suministro del servicio público. Los pequeños consumidores abonan precios regulados, establecidos por la Comisión de Energía y Gas. En contraste, los grandes consumidores, como la industria, pueden negociar precios competitivos basados en valores de la bolsa de energía, lo que brinda estabilidad en comparación con los precios variables de la bolsa. Además, la educación y el uso eficiente de la energía desempeñan un papel esencial para todos los usuarios.
En última instancia, el papel de la oferta se centra en la regulación y la eficiencia en la producción, mientras que la política pública juega un papel clave al fomentar la acción tanto de la oferta como de la demanda, contribuyendo a un mercado energético más eficiente y sostenible.