La edición especial de la Pluma del Año de la Colección Graf von Faber-Castell 2008 es una estilográfica en las variaciones más nobles e inspiradoras de la madera. La idea detrás de esta pluma proviene del salón privado de la Condesa alemana Ottilie en el castillo Faber-Castell, con más de 100 años de antigüedad, revestido con paneles elaborados en la costosa madera de satín de las Indias –también conocida como “lemonwood” (madera de limón) por su fragante perfume. Magistralmente creada por el artista, diseñador y arquitecto Bruno Paul, el triunfo de este diseño es la combinación de elegancia y modernidad. El diseñador de modas Karl Lagerfeld es uno de los más asiduos admiradores de este artista.
El trabajo de marquetería y filigrana que se observa en el cuerpo de la Pluma del Año 2008 es un diseño “en espiga” realizado en madera de satín. El efecto es fascinante: con cada pequeño movimiento o rotación, segmentos individuales brillan para producir un matiz delicado. No menos de 84 piezas rectangulares, individualmente trabajadas, fueron necesarias para lograr el diseño “en espiga” de esta pluma. No hay dos piezas iguales. El cuerpo de la pluma pasa por un laborioso proceso con sucesivas etapas de barnizado y pulido. La muestra de parquet más pequeña del mundo reside en la superficie de una pluma estilográfica y es símbolo de perfección.
La obra de arte culmina con un fragmento de cuarzo citrino en el extremo superior de la pluma. El elaborado trabajo artesanal y las vetas naturales de la madera hacen de cada Pluma del Año 2008 una obra de arte única. La Pluma del Año 2008 se presenta en un atractivo estuche de madera que incluye un certificado con la firma personal del Conde von Faber-Castell y garantiza tanto la autenticidad de la madera de satín como el carácter limitado de esta edición.
El trabajo de marquetería y filigrana que se observa en el cuerpo de la Pluma del Año 2008 es un diseño “en espiga” realizado en madera de satín. El efecto es fascinante: con cada pequeño movimiento o rotación, segmentos individuales brillan para producir un matiz delicado. No menos de 84 piezas rectangulares, individualmente trabajadas, fueron necesarias para lograr el diseño “en espiga” de esta pluma. No hay dos piezas iguales. El cuerpo de la pluma pasa por un laborioso proceso con sucesivas etapas de barnizado y pulido. La muestra de parquet más pequeña del mundo reside en la superficie de una pluma estilográfica y es símbolo de perfección.
La obra de arte culmina con un fragmento de cuarzo citrino en el extremo superior de la pluma. El elaborado trabajo artesanal y las vetas naturales de la madera hacen de cada Pluma del Año 2008 una obra de arte única. La Pluma del Año 2008 se presenta en un atractivo estuche de madera que incluye un certificado con la firma personal del Conde von Faber-Castell y garantiza tanto la autenticidad de la madera de satín como el carácter limitado de esta edición.
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