Si bien es cierto que un 90 por ciento del territorio colombiano registra temperaturas cálidas o templadas por encima de los 17ºC , no es menos cierto que queda un ocho por ciento de territorio, unos 93,000 km2, por encima de los 2,000 metros de altura donde alrededor de doce millones de personas se acostumbraron a vivir con frío dentro de sus hogares.
Este es el nicho que identificó la multinacional española CLIMASTAR, una pujante empresa que fabrica y vende uno de los sistemas de calefacción más modernos y de bajo consumo que hay en el mercado europeo y en el mundo. Desde que CLIMASTAR se dio a conocer en Colombia en la feria de Expoconstrucción y Expodiseño 2007, las ventas han ido en aumento alcanzando las 500 unidades, algo impensable en un país que, hasta ahora, no consideraba la calefacción como algo necesario en las viviendas.
“La mayor dificultad para entrar en estos países teóricamente cálidos es el aspecto cultural, ya que el ciudadano está acostumbrado a pasar calor o a pasar frío en su casa y se considera normal”, comenta Ignacio Rovira, representante de CLIMASTAR en Colombia.
El objetivo de la calefacción es claro: Lograr una temperatura de confort en la que una persona promedio pueda permanecer y hacer sus tareas normales sin sentir frío ni calor. La temperatura de confort es una temperatura necesaria por razones biológicas. Mediciones minuciosas la han determinado en 20ºC aunque puede haber cierta variación en función de elementos meteorológicos básicos como la humedad, el viento y la radiación solar, y algunos factores personales y sociales como la constitución física, la edad, la dieta y el tipo de asentamiento, entre otros.
Mantener una temperatura de confort al interior de las viviendas y edificios no es fácil cuando el clima es frío, como pasa en Bogotá, Pasto o Pamplona, por poner tres ejemplos; en tales casos, forzosamente hay que producir calor adicional en forma de calefacción. “Una de las preocupaciones de los usuarios colombianos es el aumento en el costo de la energía ya que los sistemas que conocen tienen consumos francamente altos que se ven reflejados en la factura”, sigue comentando Rovira, no siendo el caso de “CLIMASTAR, cuyo sistema único y patentado reúne tres tipos de fuentes de calor: Acumulación, radiación y convección, logrando el confort térmico en menos tiempo y manteniéndolo de manera prolongada, lo cual permite reducir significativamente el consumo de energía”.
Además del confort térmico, la calefacción trae otras muchas ventajas al hogar, como es la evaporación de la humedad ambiental, evitando manchas de humedad en baños, closets o incluso la proliferación de moho. También es beneficiosa para las articulaciones y para mejorar problemas de respiración, ya que los ambientes fríos y húmedos tienden a agravar enfermedades como artritis, el asma y reumatismo. Adicional a esto incorporado en el calefactor, viene un radio, que puede ser encendido desde cualquier lugar, un sistema de aromaterapia, que también puede ser manejado con un control remoto desde el lugar donde se encuentre y en las tendencias actuales, el aparato puede llegar a personalizarse por el comprador con una línea de pinturas de artistas famosos, que son estampadas en la parte frontal del mismo.
El cambio cultural para que Colombia acepte la calefacción apenas ha empezado pero las oportunidades parecen enormes.
Este es el nicho que identificó la multinacional española CLIMASTAR, una pujante empresa que fabrica y vende uno de los sistemas de calefacción más modernos y de bajo consumo que hay en el mercado europeo y en el mundo. Desde que CLIMASTAR se dio a conocer en Colombia en la feria de Expoconstrucción y Expodiseño 2007, las ventas han ido en aumento alcanzando las 500 unidades, algo impensable en un país que, hasta ahora, no consideraba la calefacción como algo necesario en las viviendas.
“La mayor dificultad para entrar en estos países teóricamente cálidos es el aspecto cultural, ya que el ciudadano está acostumbrado a pasar calor o a pasar frío en su casa y se considera normal”, comenta Ignacio Rovira, representante de CLIMASTAR en Colombia.
El objetivo de la calefacción es claro: Lograr una temperatura de confort en la que una persona promedio pueda permanecer y hacer sus tareas normales sin sentir frío ni calor. La temperatura de confort es una temperatura necesaria por razones biológicas. Mediciones minuciosas la han determinado en 20ºC aunque puede haber cierta variación en función de elementos meteorológicos básicos como la humedad, el viento y la radiación solar, y algunos factores personales y sociales como la constitución física, la edad, la dieta y el tipo de asentamiento, entre otros.
Mantener una temperatura de confort al interior de las viviendas y edificios no es fácil cuando el clima es frío, como pasa en Bogotá, Pasto o Pamplona, por poner tres ejemplos; en tales casos, forzosamente hay que producir calor adicional en forma de calefacción. “Una de las preocupaciones de los usuarios colombianos es el aumento en el costo de la energía ya que los sistemas que conocen tienen consumos francamente altos que se ven reflejados en la factura”, sigue comentando Rovira, no siendo el caso de “CLIMASTAR, cuyo sistema único y patentado reúne tres tipos de fuentes de calor: Acumulación, radiación y convección, logrando el confort térmico en menos tiempo y manteniéndolo de manera prolongada, lo cual permite reducir significativamente el consumo de energía”.
Además del confort térmico, la calefacción trae otras muchas ventajas al hogar, como es la evaporación de la humedad ambiental, evitando manchas de humedad en baños, closets o incluso la proliferación de moho. También es beneficiosa para las articulaciones y para mejorar problemas de respiración, ya que los ambientes fríos y húmedos tienden a agravar enfermedades como artritis, el asma y reumatismo. Adicional a esto incorporado en el calefactor, viene un radio, que puede ser encendido desde cualquier lugar, un sistema de aromaterapia, que también puede ser manejado con un control remoto desde el lugar donde se encuentre y en las tendencias actuales, el aparato puede llegar a personalizarse por el comprador con una línea de pinturas de artistas famosos, que son estampadas en la parte frontal del mismo.
El cambio cultural para que Colombia acepte la calefacción apenas ha empezado pero las oportunidades parecen enormes.