Columna de opinión: Germán Bahamón, Gerente De la Federación Nacional de Cafeteros
El 27 de junio se conmemoró el Día Nacional del Café y con
ello los 96 años de la Federación Nacional de Cafeteros, fecha que coincide con
mi segundo mes en la Gerencia General de la Federación Nacional de Cafeteros.
Es esta una fecha determinada para rendir homenaje a los caficultores del país
que día a día hacemos patria desde los cafetales y que hoy estamos enfrentando
una compleja situación en atención a los precios del producto.
La importancia del café en la economía colombiana comporta
naturalmente una enorme responsabilidad que se acentúa en las actuales
circunstancias de coyuntura económica mundial pos pandemia, que suponen el
final del reordenamiento de los mercados, luego de un periodo de contingencia.
El pasado mes de mayo de 2023 la Organización Mundial de la
Salud declaró el fin de la emergencia sanitaria internacional de salud pública
por el virus SARS- CoV-2. Este anuncio es un llamado al sector cafetero para
atender el reordenamiento de los mercados internacionales que durante la
pandemia, con ocasión de las restricciones sanitarias que trajeron los
problemas logísticos del comercio, incrementaron los precios de los commodities
y de los insumos de producción de los productos agrícolas, así las cosas,
estamos frente a la corrección de los precios luego de un periodo de
anormalidad.
El efecto más claro de este proceso de corrección es sin
duda la desnudez de problemas estructurales de nuestra caficultura. Los precios
de nuestro café dependen de variables no controladas desde la oferta, como la
cotización en bolsa, que está a merced de la especulación y el control de unos
pocos que están concentrando la compra de café en el mundo.
Como cafetero supe siempre que el alza del precio se debía
a la concurrencia de fenómenos coyunturales enmarcados en la pandemia y en las
heladas en Brasil, trayendo como efecto que en mayo de 2019 la libra de café en
la bolsa de Nueva York estaba en 87,35 centavos de dólar y llegó a 251,65
centavos en febrero de 2022 y, como reflejo claro de la corrección de precios,
el mismo se ha venido descolgando fuertemente hasta llegar a 164 centavos, lo
que representa una caída del 25% versus un año atrás.
Pese a lo anterior, la marcada devaluación del peso frente
al dólar en el segundo semestre de 2022, impidió que empezara a notarse la
corrección de precios en ese periodo, escondiendo de esa forma la cosecha de
octubre a diciembre. Sin embargo, en lo que va del año 2023 el peso se ha
revaluado 15,62%, acentuando ahora sí la corrección del precio.
Como si lo anterior fuera poco, se evidencia una
disminución en la prima de calidad del café colombiano, situación que se había
visto aplazada por el evidente efecto de la pandemia pues durante la misma
alcanzó los 80 centavos y hoy se corrige en torno a los 20 centavos. La
afectación de la prima de calidad podría estar enmarcada igualmente en la
decisión tomada en 2015 que permitió la “exportación de otras calidades”, en
castellano cafés de calidad inferior.
Es posible que en su momento la iniciativa de exportar
cafés de menor calidad pudo ser loable, sin embargo, el resultado nos muestra
la necesidad de realizar una revisión al respecto a través de limitaciones a la
importación, que sin afectar el libre mercado, nos permitan proteger la calidad
del café exportado, esto es, establecer reglas tendientes a proteger el
producto nacional de posibles contaminaciones con café importado de menor
calidad.
Pero la corrección no viene solo por el lado del precio del
café sino por fortuna también del precio de los fertilizantes que de alguna
forma van regresando a la normalidad. La fertilización impacta entre un 25 y un
30% los costos de producción y es un alivio ver que los precios de estos
insumos están cayendo y de esta forma disminuyendo la presión sobre los
ingresos de los cafeteros.
En este contexto es imprescindible iniciar una acción
colectiva para (i) activar el Fondo de Estabilización de Precios del Café, (ii)
equilibrar el desbalance causado por el control sobre el mercado de café que
determina el precio, (iii) industrializar producción regional y (iv) avanzar en
la reorganización gremial a través de la detección de eficiencias que nos
permitan prestar un mejor servicio a la caficultura.
El Fondo de Estabilización del Precios de Café como herramienta
para proteger el ingreso de los cafeteros toma una importante dimensión a
partir del Plan Nacional de Desarrollo y será tarea fundamental e inmediata
para el Comité Nacional del Fondo, habilitar un portafolio de mecanismos
focalizados en la protección de cafeteros de menos de 5 hectáreas.
El mercado final del café es controlado por grandes
corporaciones, causando distorsiones en el precio que finalmente castigan a
nuestros productores que trabajan contra las adversidades y quienes
injustamente reciben migajas de la industria, por lo cual se hace indispensable
que los países productores presentemos conjuntamente una propuesta a la OIC
para equilibrar esas asimetrías en la cadena de producción y Brasil debe ser un
aliado fundamental en esta conversación.
Mejorar el ingreso de los productores cafeteros implica una
agresiva estrategia de asociatividad que les permita avanzar en la cadena de
valor a través de la industrialización de las regiones, para que más familias
lleven su café de la finca a la taza y quienes decidan no hacerlo, tengan en
Juan Valdez y Buencafé las marcas que se potencializarán en el comercio
exterior de producto terminado para permitir su participación en el ingreso a
través de un mejor precio.
En cuanto a la reorganización y redimensionamiento del
gremio, es fundamental para buscar objetivos que permitan mejorar los servicios
a la caficultura y la participación de los caficultores en la cadena de valor
y, solo puede ocurrir a través de la identificación de eficiencias para tomar
las decisiones administrativas necesarias y es en ese sentido que en estos dos
meses hemos suprimido tres direcciones del nivel central y la subgerencia
general de Almacafé, empresa esta última en la que se ha anunciado la salida
del Gerente General y que esperamos convertirla en sinónimo de eficiencia. Nada
de esto podemos hacerlo posible sin la unidad del gremio manifestada en el
último Congreso Nacional Cafetero.
Por último, no podemos dejar de lado la productividad que
nos ha permitido ser el primer producto agrícola del país, para mantener esta
senda es necesario persistir en la actividad constante de renovación de
cafetales para lo cual presentaremos al señor Ministro de Hacienda y Crédito
Público una iniciativa de financiación a través de ICR.”
Recomendación: Ya que algunas áreas pueden no contar con
buena señal de wifi, contemple la posibilidad de compartir los datos de su
teléfono cuando sea necesario. Así, no verá afectado su trabajo en ningún
momento.