Juan Fernando Valenzuela,
director del área de Compras y Fomento Agrícola de Compañía Nacional de
Chocolates, recibió las certificaciones en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y
del Programa de Compensación Forestal, por parte de Adriana María Alonso,
directora regional de ICONTEC para Antioquia, Chocó y Eje Cafetero.
Los
reconocimientos son el resultado de las iniciativas implementadas por la Granja
Yariguíes, en el municipio de Barrancabermeja (Santander), las cuales buscan
optimizar los métodos de producción, incrementar la productividad, reducir los
impactos en el medioambiente y la salud humana, y garantizar la seguridad y
bienestar de sus trabajadores.
La
Granja Yariguíes, con una extensión de 263 hectáreas, inició operaciones en
2009. Sus objetivos fundamentales se centran en el fomento al cultivo del
cacao, el apoyo a la investigación y a la capacitación del recurso humano en
beneficio del sector cacaotero, la producción de material vegetal y el
desarrollo de un sistema productivo sostenible para el agricultor colombiano.
Del
mismo modo, su Programa de Compensación Forestal, orientado a la implementación
de programas de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
mediante la ejecución de actividades en el sector forestal, fueron esenciales
para obtener dicho reconocimiento.
A
través de este programa, la Granja Yariguíes logra cuantificar las fijaciones
de carbono del cultivo de cacao bajo un sistema agroforestal que combina la
planta de cacao con especies forestales tales como el abarco, el nogal, el
cedro y la melina. Como resultado de una investigación realizada en la granja,
logró determinarse que, a diciembre de 2013, el contenido de dióxido de carbono
equivalente certificable era de 2,232 toneladas, cifra que traduce la masa
total de gases de efecto invernadero removidos de la atmósfera en el periodo
correspondiente.
De esta
manera, el Grupo Nutresa cuenta con el primer cultivo de cacao en Colombia que
cuenta con un programa certificado de Buenas Prácticas Agrícolas y que logra
certificar sus fijaciones de carbono. Estas certificaciones no hacen otra cosa
que ratificar la filosofía de desarrollo sostenible del grupo, su compromiso
con el medioambiente, sus colaboradores, sus consumidores y su cadena de valor.
“Este
reconocimiento nos motiva aún más a continuar trabajando en la implementación
de este tipo de prácticas, así como en generar incentivos que permitan ejecutar
iniciativas similares que se caractericen por ser innovadoras, amigables con el
medioambiente y que aporten al desarrollo sostenible”, afirmó Valenzuela.