Además de la calidad, hay otros factores importantes que los fabricantes de
vehículos tienen en cuenta a la hora de decidirse por una batería: uno tiene
que ver con el rendimiento, el otro con una incidencia de averías muy baja, y
el último (pero no menos importante) con su impacto sobre el medio ambiente.
Este último aspecto,
precisamente, cobra especial relevancia cuando se trata de vehículos de alta
gama con tecnología Start-Stop (arranque/frenada), que requieren de un tipo
especial de batería para poder rendir adecuadamente, y cuya demanda y oferta
aumentan cada día por cuenta de los crecientes requisitos legales que organismos
como la Unión Europea impone a los fabricantes de vehículos, para reducir las
emisiones de escape de CO2 en el planeta.
En términos generales, el
Start-Stop es un sistema que apaga el motor cuando el vehículo se detiene y lo
enciende de nuevo de forma automática cuando el conductor decide seguir.
Permitiendo una reducción en el consumo de combustible del carro, y
especialmente, una disminución significativa en la emisiones contaminantes
generadas por éste.
A fin de respaldar esta
clase de sistemas, y de reducir también las emisiones, baterías VARTA es uno
de los principales productores del mundo de la nueva línea de baterías AGM.
Esta nueva tecnología de baterías cuenta con un rendimiento superior y brinda
el suministro de energía adecuado para los vehículos Start-Stop.
Desarrolladas en los años 80
para uso exclusivo de la aviación militar, las baterías AGM (por sus siglas en
inglés: “absorbent glasss mat”) son más seguras y ligeras que las baterías de
ácido-plomo convencionales, y por tanto más avanzadas, ya que pueden absorber
y/o entregar cantidades superiores de corriente eléctrica durante su carga y
descarga en periodos cortos de tiempo.
Desde 2002, VARTA centró
gran parte de sus esfuerzos en la producción en serie de estas baterías, con el
objetivo de satisfacer no solo las demandas de los fabricantes de automóviles,
sino de crear una batería tan potente que se convirtiera en el referente en el
segmento de los vehículos Start-Stop. Hoy en día, casi 20 años después, 8 de
cada 10 vehículos nuevos de Europa con tecnología Start -Stop, vienen equipados
con una batería VARTA AGM.
Esta situación ha sido
posible, en gran parte, gracias a la ampliación de la planta principal de la
compañía en Zwickau, Alemania; actualmente el centro de producción más grande
de baterías AGM del mundo, con más de 6 millones de unidades producidas al año.
“Las baterías AGM fabricadas en Zwickau tienen un papel muy importante en la
fabricación de autos nuevos”, aseguró Holger Jetses, responsable europeo de
Johnson Controls Power Solutions, empresa que en 2013 adquirió el 90% de
VARTA. “Con la ampliación de nuestra planta, estamos más que preparados para
afrontar los retos que tenemos por delante”, añadió.
Con una inversión de más de
100 millones de euros desde 2008, esta planta fue re-inaugurada en septiembre
de 2013, con el principal objetivo de responder eficazmente a la creciente
demanda de baterías para sistemas Start-Stop a nivel mundial en el largo plazo.
De hecho, se estima que en los próximos años, alrededor del 90 % de todos los
automóviles nuevos llevarán incorporada esta tecnología, que reduce el consumo
de combustible y las emisiones.
Para garantizar la mejor
calidad, VARTA ha establecido más de 100 procesos, parámetros de producto y
variables que se inspeccionan y controlan durante la producción de las baterías
AGM. Lo que le ha permitido posicionarse en el mercado como una de las marcas
líderes en tecnología fabricadas con los más altos estándares alemanes y con la
oportunidad de adquirirlas en cualquier lugar del mundo. En Colombia, la marca
ya cuenta con una fuerte presencia, incluso la nueva línea AGM ya está
disponible para responder a la creciente demanda de vehículos con sistema
Strart-Stop o vehículos con altas demandas de energía.
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