Representantes del Gobierno Nacional, empresarios y
agremiaciones llevan desde el 28 de noviembre debatiendo sobre cuál debería ser
el aumento del salario mínimo para el 2024. Dentro de estas reuniones en la
Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, se han
propuesto diferentes valores para ajustar el sueldo que más de 2,6 millones de
personas en Colombia reciben mes a mes.
El
Gobierno Nacional ha indicado que buscará un aumento equilibrado y razonable
que beneficie a los trabajadores y a las empresas, procurando mantener la
estabilidad macroeconómica. Por su parte, los empresarios han sugerido un
aumento máximo del salario mínimo de 9%, señalando que es el más acorde con la
realidad económica del país, mientras que los líderes sindicales proponen un
incremento de hasta el 18%, argumentando la necesidad de recuperar el poder
adquisitivo de los más vulnerables e incentivar la demanda de bienes y
servicios.
Paola
Gutiérrez Sáenz, Associate Partner Law, EY Colombia, destacó que “el incremento
del salario mínimo concierne tanto a empleadores, como a trabajadores, pues uno
de los principales efectos que se deben tener en cuenta es el aumento del costo
laboral directo. Por ejemplo, costos como la seguridad social, riesgos
laborales, pensión y otros aportes parafiscales se construyen en orden a los
factores del salario, por lo que un gran aumento en el salario mínimo
incrementa directamente los costos de las bases de cotización. También hay que
resaltar el incremento en los recargos dominicales, festivos, de horas extras y
nocturnos que se calculan en función del salario. Sin olvidar, que la reducción
de la jornada laboral sigue implementándose de manera gradual y para el año
2024, será de 46 horas. Con lo cual el valor de la hora ordinaria que se
calcula con base al salario seguirá en aumento del 2,1% hasta llegar al 14,3%
en el año 2026 cuando la jornada semanal será de 42 horas máximo”.
Es
fundamental resaltar que, en el marco de un contrato laboral, todos los
colaboradores en el territorio nacional están obligados a efectuar
contribuciones mensuales al sistema de seguridad social.
En
cuanto a la cobertura de salud, se aplicará una deducción del 12,5% sobre el
valor de la nómina, en la cual el empleador asumirá un 68% de dicha prestación,
mientras que, para los aportes de pensión, se efectuará un desembolso del 16%,
con cada trabajador responsabilizándose por el 25% de este importe.
Asimismo,
los empleadores deben sufragar la totalidad del aporte a la Administradora de
Riesgos Laborales (ARL) en función del nivel de riesgo inherente a la actividad
laboral del empleado, y respecto a los aportes parafiscales con destino al
SENA, ICBF y cajas de compensación, se deberá cubrir un costo equivalente al 9%
del total de la nómina de la empresa.
Estos
costos se deben medir nuevamente de cara a los avances de la agenda legislativa
para el año 2024, con la reforma laboral y pensional.
Implicaciones
del aumento del salario mínimo
Frente
a este panorama, también se identificaron en el siguiente análisis los efectos
en la economía que puede ocasionar un escenario en el que, por decreto, se
incremente el salario mínimo en más de dos dígitos:
1. Presión
sobre la rentabilidad y viabilidad empresarial: en un contexto de
desaceleración económica en el país, incrementar el salario mínimo en dos
dígitos podría llegar a comprometer las finanzas de las empresas, ya que se
estima que contratar a un solo empleado con este sueldo puede costar hasta un
50% por los aportes a seguridad social, parafiscales, vacaciones, dotación y el
auxilio de las cesantías.
2. Aumento
del costo de la vivienda social: dentro de la legislación colombiana que
permite adquirir un hogar a través de subsidios y apoyos gubernamentales, se
estableció que el precio de estos proyectos se fijará en Salarios Mínimos Legales
Mensuales Vigentes, siendo máximo 90 para la Vivienda de Interés Prioritaria
(VIP) y 150 para la Vivienda de Interés Social (VIS).
Esta
dependencia permite inferir un posible problema para las familias que han
adquirido o quieren adquirir un proyecto con estas medidas, pues a mayor
aumento del salario mínimo, mayor el costo de la vivienda.
3. Inversión
extranjera: dentro de las principales discusiones que se han retomado para el
aumento del salario mínimo se ha destacado la posibilidad de desincentivar la
inversión extranjera por los altos costos de operación que reporta Colombia.
Del
mismo modo, a estas medidas se suma la entrante reforma laboral que puede
llegar a generar mayores costos laborales que imposibiliten la viabilidad de
invertir en el país.
4. Aumento
en los índices de inflación: de manera contraria a lo que se cree, un
incremento alto en el salario mínimo puede llegar a generar un riesgo de que
las empresas trasladar los costos altos de contratación a los precios de bienes
y servicios.
Este
factor se corrobora con los últimos datos reportados para noviembre por parte
del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entidad que
confirmó una inflación del 10,15% en relación con el mismo mes del 2022.