jueves, agosto 11, 2011

En el 30% de los episodios depresivos los pacientes no responden adecuadamente al tratamiento

Según dio a conocer la multinacional AstraZeneca, en por lo menos en el 30% de los episodios depresivos los pacientes no responden adecuadamente a un tratamiento antidepresivo de primera línea.

Ninguna clase de antidepresivos ha probado ser más efectiva o tener mayor rapidez de acción que otra. Después de un periodo de 2-4 semanas del tratamiento con un antidepresivo se debe evaluar la respuesta, si esta es insuficiente, se deben implementar estrategias de optimización del tratamiento.

Por lo menos de 8-10 semanas pueden requerirse para la completa reducción de síntomas.

El Trastorno Depresivo Mayor "TDM" es una enfermedad común, seria y debilitante que a menudo es mal comprendida en la comunidad. La depresión es más que sentirse triste, desilusionado o estresado. Es una condición generalizada de baja de autoestima, hace sentir a la persona sin ningún valor, y menoscaba las ideas, actividad y funciones normales.

El Trastorno Depresivo Mayor  es a menudo, una condición a largo plazo, incluso cuando se trata en forma efectiva, con frecuencia repite. Es por eso que según las nuevas guías sobre la depresión del Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) en el Reino Unido, anotan que los estimados mundiales de prevalencia varían ampliamente.

La depresión es de 1.5 a 2.5 veces más común en mujeres que en hombres. Ocurre en niños, pero la incidencia se eleva continuamente en los adultos jóvenes. La mayoría de la depresión mayor comienza a finales de los 20, sin embargo a pesar de un incremento en el número de personas diagnosticadas con depresión y el uso de tratamientos, incluyendo antidepresivos, es probable que muchas personas con depresión permanezcan sin ser diagnosticadas.

Por definición, la depresión causa sufrimiento a la persona que experimenta la enfermedad. También afecta sus relaciones sociales y desempeño en el trabajo y en otros roles tales como el de padre o cuidador. Los costos económicos tangibles incluyen pérdida de productividad, pérdida de ingresos, incremento en los costos de cuidado de la salud y mayor dependencia de servicios sociales.

La depresión está estrechamente relacionada con una declinación en la salud física, que puede ser tan grande como la de una persona con enfermedades crónicas mayores tales como angina, artritis, asma o diabetes. Puede exacerbar el dolor, estrés y discapacidad asociados con enfermedades físicas, como también afectar en forma adversa los desenlaces del tratamiento.

Muy rara vez, la depresión puede conducir a actos de violencia contra otros, que pueden hasta incluir homicidio. Sin embargo el suicidio es responsable de casi el 1% de todas las muertes, y casi dos terceras partes de los suicidios ocurren en personas con una historia de depresión.

Tener depresión– de cualquier severidad– incrementa cuatro veces el riesgo de suicidio comparado con personas sin depresión, elevándose a 20 veces más en aquellos con enfermedad más severa. A menudo, las relaciones maritales y familiares son afectadas en forma adversa. La depresión de los padres puede desencadenar en una seria negligencia con los hijos, particularmente la depresión posparto que afecta a una nueva madre.